lunes, 21 de mayo de 2007

Kendo, El camino de la Espada ... o de Como ser Masoca y que te Guste...

Kendo es el Camino de la Espada Japonesa, es un arte marcial creado para entrenar a los samurai en el uso de la espada, y el combate con la misma.
Para practicarlo se recurre al uso de una armadura llamada bogu y una espada de bambu llamada shinai para evitar que los practicantes sufran daños durante los entrenamientos, la práctica del kendo endurece el cuerpo y el espíritu de igual forma y es la esencia de toda la filosofía guerrera del Japón...

Bueno hasta aqui la parte bucólica del asunto... lo cierto es que el kendo es el arte de sufrir y disfrutar por ello... hasta el fin de semana pasado cuando pensaba en la palabra sado-masoquista se me venían a la cabeza muchas ideas, pero desde entonces sólo me evoca a mi mismo y a un montón de locos pegándoos de leches vestidos de armadura....

Este fin de semana en Granadilla de Abona se celebró un Curso Internacional de Kendo, así como el I Open de Granadilla de Kendo, el curso fue impartido por diversos maestros invitados exclusivamente para el evento: Ryo Hiruma Sensei, Jose M Alonso, Pedro Soler y Yukiko Imai



















La asistencia al Curso fue bastante buena teniendo representantes del Club de Kendo de Granadilla (Tenerife), del Club de Kendo de Gran Canaria y de Zanshin Madrid,El curso en si se desarrolló los días 18, 19 y 20 de este mes y resultó a todos los efectos muy interesante, pero muy doloroso...
Desde el primer día las ampollas, moretones y contusiones varias, derivadas de golpes mal dados o con demasiada fuerza, y cansancio generalizado eran la tónica común, Jose P. (más conocido como ken (o siento Sempai pero es que es ya muy conocido)) comentó al llegar "¿que tal el curso ayer?", y tras mirarnos los pies vendados a todos se auto respondió "por lo que veo bien eh?"...

Cuando terminabas de hacer algún ejercicio, como estar 15-20 min practicando "cortes" con el shinai, o de "pegarte" con un maestro y veías la cara de la gente destrozados, sudando y hechos polvo lo más increíble era que todos estábamos sonriendo....

Si señores, yo terminé el curso casi sin poder andar, con la más ampollas que un queso de gruyere agujeros y con unos 80€ de menos, un compañero se dejó 633€ en equipo así que mejor no quejarse... pero lo cierto es que si mañana, bueno mejor pasado mañana, me proponen ir a otro curso no lo dudaría un segundo, correría para el otro lado...estooo iría seguro.

Solo me queda dar las gracias a los maestros que nos permitieron disfrutar del Kendo, aprender y sufrir a partes iguales, pero sobre todo pasar un fin de semana que tardaremos en olvidar, como mínimo hasta que se vayan los moretones...


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